martes, 30 de junio de 2009

Los Amantes

LOS AMANTES
En aquel ocaso se observan dos siluetas, un hombre y una mujer,
Enlazados por lo más profundo de su corazón, por una pasión que los consume,
esa pasión que los hace vibrar y los eleva hasta una fantasía erótica más allá de la razón, hasta alcanzar ese mar de efervescencia,
Bajo la luna los dos sintiendo cada pulso, cada respiración de sus cuerpos, cada gota de sudor, en cada poro representando un sueño, una fantasía,
Él, la mira con una pasión desenfrenada, la observa ahí postrada; como una hermosa diosa, una Venus.
Ella, respirando cada vez más intensamente, con una mirada tan profunda como la noche,
esperando a ese ser amado,
Él, acaricia esa boca cargada con los más preciosos néctares, recorriendo cada poro de su cara,
encendiendo ese fuego infinito cada vez más penetrante,
Ella, respirando cada vez más intensamente,
junta su silueta, y se funde en un profundo beso,
los dos haciéndose cada vez más uno solo,
siendo esa fuerza, ese huracán el aliento de una pasión,
de un amor infinito.
Él, toca suavemente los senos de su amada,
Tan suaves como una fina seda; sus senos tersos y firmes como las nubes.
Ella, acariciando la espalda de su amado,
Encarnándose cada vez más en él;
Todo se impregna de una atmósfera con olor a éxtasis,
en donde las mascaras no existen,
en donde los sentimientos salen a flote a través de esa marejada de sensualidad.
Ellos, ahí recordándose cuán grande es su amor;
Finalmente ella, como un hada que monta su fantasía,
conduce a su amado a través de ese valle de lujuria y éxtasis; un camino mejor trazado,
que ni los mismos ángeles podrían labrar.
Ella, en cada jadeo sintiendo más y más a su amado.
Él, mientras las velas se consumen, la acaricia y observa el sexo de ella,
tan hermoso como una orquídea que abre sus pétalos a un mar de placer.
Ellos, cada vez más se adentran a ese viaje,
en donde todo es una ilusión,
en donde existen las sirenas y los duendes;
aquel viaje que malamente llamamos orgasmo,
cuando en realidad ellos, en la obscuridad,
bajo la luna comparten algo más que el simple orgasmo,
comparten sus almas; las cuales se elevan a través del cielo y se convierten en algo más que una simple estrella, más que un pedazo de carne,
Se convierten en humanos; con deseos, sentimientos y temores.
Sí, más allá del ocaso, se observan dos siluetas, los amantes
Compartiendo, unidos por un juego, unidos en un éxtasis, en una fantasía
Si más allá están los amantes; deseándose, tocándose, besándose; Amándose en lo más profundo del deseo, en lo más oscuro de la sensualidad y en lo más hermoso de la pasión.
Sí, más allá del la vida, están los amantes.........

Jorge Gustavo Navarrete Regalado

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